Pintura Religiosa I

On: miércoles




Hay dos series de cuadros en mi vida que a diferencia de otros proyectos que tienen un comienzo y un final claro, no puedo circunscribir a un periodo temporal concreto. Quiero decir que son series troncales en las que seguramente, seguiré trabajando mientras siga pintando. Estas series son De los Grandes Simios y, la que ahora nos ocupa, Pintura Religiosa.

La pertenencia de un cuadro a esta serie puede obedecer a dos razones:
  • El acercamiento formal a la iconografía religiosa (principalmente católica) o
  • El desarrollo de un concepto religioso en si mismo, aunque formalmente se aleje de la iconografía tradicional.
A la primera categoría pertenece por ejemplo El Desayuno de Niño Zombi (el niño que sostiene un pie entre sus manos) y en el que sin dejar de profundizar en un sentido espiritual de la existencia (una especie de destino trágico en este caso) es su acercamiento formal a las capillas de santos de las iglesias andaluzas lo que determina su inclusión en esta serie.

A la segunda categoría pertenecen por ejemplo el Buen Pastor (un muchacho desnudo en un prado verde que sostiene entre sus brazos a un corderito negro) que si bien se aleja formalmente de la tradición iconográfica de esta imagen, profundiza sin embargo en un arquetipo clásico de la religión cristiana.

Dejando aparte mis conclusiones espirituales concretas, la iconografía católica es algo que siempre me ha fascinado. El catolicismo ha alterado la esencia del Cristo con una simbología cuyos resultados son perversamente arrebatadores. Me refiero a la larga cadena de advocaciones con las que la iglesia a sustituido la sencillez del mensaje original por algo muy parecido a la idolatría panteista.

La riqueza símbolica (y no me refiero ahora al plano formal) de la simbología cristiana siempre me ha permitido la exploración de aspectos de mi vida, que sin embargo se escapan del corsé de la religión tradicional.

La profundización en uno mismo nunca puede ser algo frívolo, por eso no entiendo la permanente acusación de falta de respeto de la que mis cuadros de pintura religiosa son objeto, ni por parte de los que se sienten ofendidos, ni por parte de los que juzgándolos igualmente irreverentes ensalzan este aspecto.

En fin, no entraré aquí en el análisis exhaustivo de ninguno de mis cuadros, pero ya iré haciendo alguna entrada concreta de alguno de ellos para poder despacharme a gusto.

4 comentarios on "Pintura Religiosa I"

Exóticopop dijo...

En los 70 fue Divine, en los 80 Alaska y Dinarama, y en los 90 Fangoria... Y ahora, en pleno año 2000, mi icono de la modernidad es Álvaro Dobladez... A tus pies, con mucho gusto.

Anónimo dijo...

TODAS LAS OBRAS GENIALES...YO QUIERO UNA!!! A VER CUANDO NOS VEMOS, Y ME DEDICAS UNA!!! VENGA ARTISTA ANIMOS!!!
MONO

Anónimo dijo...

Hola. Me interesa muchísimo el tema de la Incertidumbre en el ámbito religioso, de no saber qué creer y estar inquieto por un miedo extraño por las consecuencias que cualquier decisión de credo pueda conllevar; buscando algo de eso encontré tu blog y bueno, no encontré algo al respecto en esta entrada pero me gustaría mucho que si tienes pinturas relacionadas con la incertidumbre me lo pudieras hacer saber. En cuanto a esta entrada, sinceramente me parece interesante tu trabajo. Hasta pronto.

Anónimo dijo...

Tu trabajo me parece interesante, recuerdas la pintura católica peto le otorgas un aire de desencanto, quiero decir, le quitas las ideas de paz y tranquilidad que perseguían transmitir ese tipo de pinturas y haces que nos detengamos a pensar un poco a través de lo penetrante y sugestivo de las imágenes. ¿Tienes algo que toque el tema de la incertidumbre religiosa o de la incertidumbre en general?

Estaré esperando tu respuesta, muchas gracias y hasta pronto.

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